Las carcajadas disminuyen el insomnio. Previene los infartos, ya que los espasmos que se producen en el diafragma fortalecen los pulmones y el corazón. Rejuvenece la piel porque tiene un efecto tonificante y antiarrugas. Al liberarse endorfinas, tiene un efecto analgésico. La Fundación Española del Corazón (FEC) recuerda que la risa y la buena actitud ante la vida no solo mejoran nuestro estado psicológico, sino que también ayudan a prevenir las enfermedades cardiovasculares.